The sternal gland of Leptanilla
En ocasiones no parece demasiado
difícil hacer descubrimientos morfológicos. Elíjase, por ejemplo, un insecto
raro o poco estudiado, y aplíquese a continuación una técnica adecuada. En breve,
el ojo experto tendrá ante sí, muy probablemente, estructuras nuevas y
desconocidas.
Tal sucedió a Hölldobler et al (1989) cuando eligieron como
objeto de estudio varias obreras y una reina de Leptanilla japonica y L.
escheri. Se trata, como vengo contándoles, de unas hormigas minúsculas,
ciegas, hipogeas, extremadamente difíciles de colectar y consideradas entre las
más antiguas de la familia Formicidae.
Primeramente fijaron los
ejemplares y los incluyeron en resinas como el epoxi, de rápido endurecimiento.
Después realizaron finos cortes seriados con el micrótomo. Finalmente, tiñeron
los cortes para su inspección al microscopio óptico.
El resultado fue espléndido:
varias glándulas no descritas hasta entonces, y entre ellas una especialmente
interesante que denominaron glándula esternal. Dicha glándula única, no
pareada, de unas 100 micras de anchura, está situada directamente sobre la
parte media del VII esternito de las obreras (las reinas carecen de ella). Encapsulada en una capa de cutícula, está
atravesada de arriba abajo por numerosas proyecciones cuticulares entre las que
se hallan las grandes células glandulares.
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Quise ver por mi mismo la
glándula esternal de Leptanilla. Dado
que las obreras de este género están poco pigmentadas y son notablemente
transparentes –más aún si se incluyen en medios con alto índice de refracción
como el bálsamo de Canadá–, me fue posible observarla al microscopio sin
necesidad de cortes histológicos ni tinción alguna.
En vista lateral se aprecian las
proyecciones cuticulares de aspecto arborescente. Hölldobler et al (1989) no encontraron conductos secretores.
Sin embargo localizaron, en la base de la cápsula glandular, unos pequeños
poros por los que debería exudar la secreción. Este tipo de estructura
glandular solo se ha hallado en el género Leptanilla,
lo que descarta cualquier homología con otras glándulas esternales descubiertas
en varias subfamilias de hormigas y remite a un origen evolutivo independiente.
Los autores de la investigación
hicieron cortes sagitales, correspondientes a una perspectiva lateral de la
glándula. La curiosidad me llevó a intentar obtener una vista dorsal de la
misma (equivalente a un corte frontal). Bastó con poner al microscopio una
obrera dispuesta horizontalmente, con la superficie ventral sobre el
portaobjetos.
En esta vista dorsal destaca un círculo reticulado, correspondiente a las terminaciones de las proyecciones cuticulares que se aprecian en la vista lateral. ¿Cuál es la función de esta glándula? Según Hölldobler et al (1989) es muy probable que sea el reservorio de las feromonas con las que las obreras de Leptanilla establecen pistas de reclutamiento en las profundidades del subsuelo.
Referencias:
HÖLLDOBLER B, PALMER JM, MASUKO K, BROWN WL Jr. 1989. New exocrine glands in the legionary ants of the genus Leptanilla (Hymenoptera: Formicidae: Leptanillinae). Zoomorphology (Berlin) 108:255-262.
Cada día nos sorprendes con algo nuevo sobre leptanilla. Simplemente genial, gracias por tu excelente trabajo
ResponderEliminarMe alegra que te guste, muchas gracias José Alberto.
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