Do deers practice anting?
En las primeras décadas del siglo XX se acuñó la palabra inglesa anting para designar un extraño comportamiento de interacción entre ciertas especies de aves y las hormigas. El anting u hormigueo se denomina pasivo cuando el ave se coloca en las cercanías de un hormiguero, extiende las alas sobre el suelo y permite que las hormigas suban al plumaje, o activo, cuando el ave coge las hormigas con el pico y las restriega directamente sobre el plumaje, operación que a veces termina con la ingestión del insecto.
Arrendajo hormigueando (fotografía de Thomas Hanahoe)
Este comportamiento se ha observado en más de 200 especies de pájaros pertenecientes a 40 familias y su función es todavía objeto de amplio debate. Se ha propuesto que el ácido fórmico de las hormigas podría tener función antibiótica y de inhibición de hongos y ectoparásitos, o que aumentaría el efecto protector del aceite uropigial utilizado por las aves en el acicalado del plumaje. También se ha afirmado que el hormigueo, en los casos de ingestión de la hormiga, aminoraría parcialmente su toxicidad. O que relajaría los picores de la piel producidos durante la muda del plumaje. Incluso se ha comentado, a la vista de los movimientos estereotipados que a veces realizan las aves durante el hormigueo, que podría tener una función estimulante y placentera.
Cola de un sinsonte recién capturado con hormigas en las plumas
(fotografía de Robert S. Mulvihill y Molly E. McDermott)
(fotografía de Robert S. Mulvihill y Molly E. McDermott)
Mi impresión es que esta conducta, para ser cabalmente entendida, debería situarse en el contexto más amplio de las interacciones conocidas que vinculan el plumaje de las aves con otros elementos del entorno: baños de arena, de humo, de frutas y varias sustancias vegetales, o con el “hormigueo” practicado con otros invertebrados como los miriápodos o los escarabajos.
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La ocasión de traer este tema fascinante me la ha proporcionado una sorprendente ilustración que se halla en un bestiario francés del siglo XIII-XIV, el Bestiaire d'amours. La escena representa un ciervo echado sobre el montículo de un gran hormiguero, probablemente de los construidos con broza y acículas de pino por hormigas Formica del grupo rufa. Se aprecia claramente una hormiga sobre el cuerpo y varias más cerca de las patas. La leyenda manuscrita bajo la imagen es reveladora: “El ciervo que se tiende sobre el hormiguero para renovar su vieja piel”.
Ciervo tendido sobre un hormiguero (Bestiaire d'amours.
Français 1951, s. XIII-XIV, Bibliothèque nationale de France)
Français 1951, s. XIII-XIV, Bibliothèque nationale de France)
¿Estamos ante un ciervo realizando el comportamiento de hormigueo, quizá en periodo de muda? Desde hace pocos años sabemos que el anting se da en unos pocos mamíferos como la ardilla, el pangolín o los monos capuchinos. Es probable que también el ciervo practique el hormigueo, y que el observador medieval del Bestiaire d'amours sea su primer descriptor.
No tenía ni idea de ese comportamiento en aves ni ningún otro animal... Sorprendente. A lo mejor es que se comen a los parásitos de las aves, que suelen tener en abundancia.
ResponderEliminarPero no seré yo el que se tumbe en un hormiguero para experimentarlo... je je.