En muchas especies de
hormigas se desconocen las estrategias que emplean para fundar nuevas colonias.
En el caso de la hormiga amazona Polyergus rufescens, una de las
especies que más atención ha suscitado en los últimos 200 años, sólo
recientemente han comenzado a obtenerse datos precisos sobre dicho
comportamiento fundador.
Mori et al. (1994), observaron que en Polyergus rufescens se da el fenómeno denominado Female calling syndrome, según el cual las reinas aladas, posicionadas en el suelo cercano al nido (o en algunos casos mientras acompañan a las obreras en una razzia), atraen a los machos mediante la secreción de una feromona mandibular. Determinaron que los vuelos de los machos solían adelantarse a los de las hembras, evitando la consanguinidad. Infirieron, también, que una parte importante de las reinas que realizan el vuelo nupcial vuelven, ya fecundadas y desaladas, al nido de origen, o siguen caminos previamente recorridos por las columnas de asalto hacia los nidos de Formica. En la mayoría de los casos las reinas fecundadas esperan la incursión de las obreras para penetrar en el nido saqueado y matar a la reina de Formica, asumiendo inmediatamente la función de puesta de huevos que dará inicio a la colonia mixta.
En este contexto creo que se insertan adecuadamente, con algunas variaciones, las observaciones que hice este verano de 2012 en Almazán, Soria.
Los días 9, 10 y 11 de
agosto, entre las 16:00 y las 18 h. de la tarde, con cielo despejado, sin
viento, y una temperatura de entre 35 y 38º, salieron del nido unos 100 o 150
individuos alados, con mayoría de reinas. Deambulaban por el suelo y subían y
bajaban por los tallos de las plantas cercanas. Alrededor había numerosas
obreras de Formica y prácticamente ninguna de Polyergus.
Especialmente las reinas, mucho más pesadas, mostraban gran dificultad para
levantar el vuelo desde las puntas de las hierbas. En muchas ocasiones el vuelo
era fallido y caían al suelo (ver las dos últimas secuencias del siguiente
video).
Los machos alzaban el
vuelo normalmente antes que las reinas, pero en ocasiones coincidían e incluso
interaccionaban con ellas en lo alto de las hierbas sin llegar a copular:
Los machos eran
seguidos habitualmente por las obreras de Formica, que contactaban insistentemente
con ellos hasta poco antes de levantar el vuelo:
El 3 de agosto, a las
18:30 de la tarde, pude observar una reina desalada junto a la entrada del
hormiguero. Poco después, al comenzar el asalto de las obreras de Polyergus,
la reina fecundada se unió a la columna y recorrió con ella unos 30 metros en
línea recta. Sin embargo, en ese punto se separó de la columna desviándose 90º
a la izquierda (minuto 2:21 del próximo video). Mantuvo una trayectoria
rectilínea hasta que, a los 5 metros, la capturé y volví a colocarla en el
interior de la columna de avance de las obreras. Tras 1 metro de recorrido
volvió a salirse de la columna girando de nuevo 90º a la izquierda. Repetí una
segunda vez el experimento con el mismo resultado.
El 8 de agosto, a las
18:00 h. de la tarde, otra reina desalada que se encontraba cerca de la entrada
del hormiguero partió en solitario siguiendo una trayectoria rectilínea de 25
metros, punto en el cual giró hacia la derecha unos 80º y continuó en línea
recta hasta que la perdí de vista en la pradera.
Estos dos casos mencionados parecen indicar cierta independencia de las reinas fecundadas en las cercanías del nido de Polyergus respecto de los asaltos de saqueo por parte de las obreras, pudiendo quizá penetrar en los nidos de Formica de manera autónoma. Los datos proporcionados por Mori et al. (1994) dejan algunos interrogantes por resolver. No sabemos todavía cómo retornan a las cercanías del nido de partida las reinas que levantaron el vuelo y fueron fecundadas en otro lugar. ¿Retornan siempre? ¿Disponen de otras estrategias si caen al suelo y se desalan en lugares distantes del nido materno? Es improbable que una reina fecundada en las cercanías del nido materno recorra, sola o con la columna de avance de las razzias, mucho más allá de 100 metros en su búsqueda de un nido de Formica. El escenario es completamente diferente para aquellas reinas que levantan el vuelo. La cópula podría producirse a mucha mayor distancia, sin retorno posible. En tal caso cabría conjeturar dos modalidades de fundación colonial para Polyergus: una de expansión cercana (dependiente del desplazamiento por el suelo de la reina) con interacciones posibles con la colonia de origen; y otra de expansión lejana (dependiente de los vuelos nupciales a distancia) con efectos probables sobre la distribución y ecología de esta especie.
Referencias:
Mori A., D'Ettorre
P. & Le Moli F. 1994. Mating and post-mating behaviour of the European
amazon ant, Polyergus
rufescens (Hymenoptera,
Formicidae). Bollettino di Zoologia 61: 203-206.
Muy interesante. Yo la única Polyergus que he conseguido encontrar en la Región de Murcia fue una hembra sin alas que caminaba por el suelo en solitario (última semana de agosto, a las 17:00 aproximadamente), así que debía tratarse de la segunda modalidad de expansión colonial que comentas.
ResponderEliminarSaludos y enhorabuena por tu Blog
Chema Catarineu
Gracias, Chema. Es encomiable el trabajo que estás haciendo sobre la mirmecofauna de Murcia. Hace poco, para elaborar la entrada sobre las varias morfologías de machos de Leptanilla que encontré en Madrid, casi me dejo fuera, de entre las obreras descritas en la Península, una quinta especie, Leptanilla theryi, que acabas de citar en tu artículo con Tinaut (Introducción al conocimiento de los formícidos de la Región de Murcia. Boletín de la Asociación Española de Entomología 36, Nº 1-2: 145-162. 2012). No he tenido acceso al artículo completo, y si pudieras hacérmelo llegar te lo agradecería. Sobre todo me gustaría saber cómo la encontrasteis, si estaba sola, a qué profundidad.
ResponderEliminarSaludos.
Te he enviado un email. Si no te llega, me lo dices (chema@asociacionanse.org). Saludos
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