lunes, 18 de marzo de 2013

Prólogo a "La inteligencia de las hormigas" de Büchner / Romanes (s. XIX)

Foreword to Büchner/Romanes' The intelligence of ants (XIX century)


En 2007 reuní en un volumen (ed. Vision Libros) dos largos textos mirmecológicos de la segunda mitad del siglo XIX. Sus autores eran Ludwig Büchner y George Romanes, este último discípulo de Darwin y promotor de la psicología animal comparada. La edición va acompañada de varios apéndices y del siguiente prólogo. 


PRÓLOGO

El origen de la mirmecología como disciplina científica puede datarse entorno a la segunda mitad del siglo XVIII. Va a ser entonces cuando varios autores inicien metódicas observaciones sobre el comportamiento de las hormigas y realicen las primeras descripciones taxonómicas. Tales serán los trabajos de Linneo, Réaumur, Gould, Bonnet, De Geer, Mutis, Fabricius, Christ y Olivier [1]. A comienzos del siglo XIX, dos obras fundamentales abrirán el camino a una mayor especialización: en 1802 Pierre Latreille (1762-1833) publica su Histoire naturelle des fourmis, et recueil de memoires et d'observations sur les abeilles, les araignees, les faucheurs, et autres insectes, donde describe cerca de 100 especies de hormigas; en 1810 Pierre Huber (1777-1840) asombrará e impulsará los estudios de comportamiento con su libro Recherches sur les moeurs des fourmis indigènes.
La taxonomía se afianzará a mediados del siglo XIX de la mano de importantes zoólogos como Mayr, Nylander o Smith, a los que se sumaran en pocos años junto a otros naturalistas mayormente europeos dos grandes figuras de la mirmecología: Auguste Forel (1848-1931) y Carlo Emery (1848-1925) [2], ambos con intereses que desbordan la sistemática para adentrarse en temas de ecología, fisiología y comportamiento, y que comenzarán a preparar faunas de varios continentes. Para entonces ha aparecido la primera edición del Origen de las especies (1859) de Darwin (1809-1882), en cuyo capítulo sobre el instinto se ofrecen las primeras reflexiones evolutivas sobre el origen del esclavismo en las hormigas, fenómeno descubierto por Huber. Desde ahora el estudio del comportamiento será también, y muy principalmente, un estudio comparado y evolutivo de las conductas de múltiples especies. Es la época de naturalistas viajeros como Bates, Belt o Müller [3], que darán cuenta de la biología de especies exóticas. Esta apertura a la diversidad biológica, en asociación con la teoría evolutiva, transformará indeleblemente el estudio sobre el comportamiento animal, en el que las hormigas han tenido siempre un papel destacado: desde la concepción de los seres vivos como autómatas propuesta por el médico español Gómez Pereira (1500-1558) en su Antoniana Margarita de 1554 (anticipando el mecanicismo cartesiano) hasta el libro de E. O. Wilson The insect societies, que preludiará la moderna sociobiología, de enorme influencia para el entendimiento de las sociedades animales, incluido el hombre. Es en este periodo, aproximadamente entre 1850 y 1882, en el que se sitúan los dos textos casi perdidos y de difícil acceso de Ludwig Büchner y George Romanes que ofrecemos al lector. Ninguno de estos autores era propiamente mirmecólogo, realizando ambos, en relación al tema que nos ocupa, un extenso inventario de observaciones sobre el comportamiento de las hormigas, en un lenguaje todavía no exento de cierto antropomorfismo, pero guiados en todo momento por la teoría darwiniana y con la pretensión de elaborar un esquema comparado que sirviera para una comprensión evolutiva de la conducta.


Ludwig Büchner y George Romanes


     Büchner (1824-1899) era un médico y filósofo alemán, cuyo activismo materialista le supuso el apartamiento de la enseñanza universitaria, dedicándose desde entonces a ejercer como médico. Sus obras tuvieron gran difusión, muchas de ellas de temática evolutiva. Darwin poseía en su biblioteca varios títulos de Büchner, al que recibió en su casa de Down, acompañado por el yerno de Karl Marx, en 1881. Hombre de vasta erudición y gran capacidad expositiva, dispuso de numerosos corresponsales en todo el mundo, que le remitían noticias e informes sobre distintos aspectos de historia natural. Al español se tradujeron varias de sus obras, una de ellas la que hemos utilizado para este libro: Aus dem Geistesleben der Tiere (1876), en la versión que preparó José Prat en 1907 con el título La vida psíquica de las bestias (en 1881 apareció una segunda traducción, de A. Ocina y Aparicio, con el título La vida psíquica de los animales[4].
      Romanes (1848-1894), nacido en Canadá pero residente en Gran Bretaña desde los dos años de edad, realizó trabajos sobre fisiología, psicología y evolución [5], y fue discípulo y amigo de Charles Darwin, cuya influencia fue decisiva para orientar sus estudios hacia la psicología animal [6], a la que dedicó su famosa obra, en dos volúmenes, Animal Intelligence (1882). La primera traducción conocida fue la española de Manuel Antón Ferrándiz (1849-1929), que fuera catedrático de Antropología en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Madrid y vicepresidente de la Sociedad española de Historia natural. Sólo se publicó el primer volumen, el dedicado a los invertebrados (1886), con un largo capítulo sobre las hormigas, que es el que hemos trascrito (suprimiendo en su caso, para evitar reiteraciones, algunos párrafos que Romanes tomó del libro de Büchner). Suele citarse la Inteligencia Animal de Romanes como el primer tratado de psicología comparada, una amplia recopilación de datos a la que seguiría, a modo de interpretación evolutiva de los mismos, su libro Mental Evolution in Animals (1883). Para la elaboración del libro Romanes manejó una extensa bibliografía, recibió de Darwin el manuscrito original completo de su ensayo sobre el instinto (que había sido resumido para su inclusión en el Origen de las especies), realizó observaciones propias y contó con diversos informantes.
El interés de Darwin por las hormigas, y su relación con varios de los mirmecólogos de la época, se verá reflejado en las siete cartas que presentamos por vez primera en traducción española. Hemos añadido varios textos interesantes localizados en revistas y obras de la época. Como apéndice, se ha incluido al final del libro un listado actualizado con la sinonimia de las especies de hormigas mencionadas, así como una bibliografía de todos los autores citados en los dos textos.
Salvo rara excepción, como la de Huber, la mayoría de los mirmecólogos del siglo XIX nunca fueron traducidos al español. Tiene, pues, el lector en sus manos un libro curioso, una gavilla de textos rescatados del olvido. Podrá asomarse a los ingeniosos experimentos conductuales diseñados por Lubbock, escuchará de primera mano los descubrimientos de Moggridge y McCook sobre las hormigas recolectoras, o el extraordinario hallazgo de Belt sobre el cultivo de hongos en las Atta americanas. Asistirá a las magistrales descripciones de Forel sobre el esclavismo, a las batallas relatadas por Lincecum, a la primera observación in situ de las hormigas mieleras referida por Berlandier, a las narraciones de varios naturalistas que acompañaron al capitán Cook en sus viajes de exploración por el Océano Pacífico…
                                                                 *******

      Para la realización de esta edición tuve la colaboración de varios miembros de lamarabunta.org, comunidad de naturalistas y aficionados a las hormigas en Internet, miembros también ahora de la recién creada Asociación Ibérica de Mirmecología (AIM).
      Roig, con maestría, revisó pormenorizadamente, cotejándola con la versión inglesa, la traducción española del texto de Romanes, corrigiendo donde se hizo necesario e incluso añadiendo allá donde el traductor omitió algún dato de interés. Suyas son igualmente las traducciones de las cartas de Darwin. León González Álvarez preparó la versión digital del texto de Büchner, además de las correspondientes a Lubbock, Landois y Berlandier que van como notas a pie de página, en un importante e impecable trabajo en el que hubo de salvar la dificultad de las desvaídas páginas del original disponible. Kiko Gómez Abal elaboró, con mano de experto taxónomo, la sinonimia de las especies mencionadas en los textos. Julia Ramos Carrillo, con amabilidad y destreza, retocó y limpió las viejas ilustraciones incorporadas en el libro. Personalmente me ocupé de la selección de textos, de la revisión y coordinación del conjunto, preparando la versión digital de la parte de Romanes, la bibliografía de autores citados y las notas. El biólogo y fotógrafo Christian Ziegler nos remitió gentilmente, desde la selva de Panamá, la fotografía de las hormigas legionarias Eciton hamatum, en formación de puente, que ilustra la portada.

A Christian, a Julia, a Kiko, a León, a Xavier: muchas gracias.
Madrid, enero de 2007
José María Gómez Durán


NOTAS


       [1] Estas son algunas de las publicaciones en que dichos autores estudian las hormigas: LINNEO, C.: 1741. Anmaerkning öfver Wisen hos Myrorne, Vetensk. Acad., pp. 37-49. - 1767. Systema naturae per regna tria naturae secundum classes, ordines, genera, species cum characteribus, differentiis, synonymis, 12ª ed. - RÉAUMUR, R. A. F.: circa 1743 (version manuscrita). Histoire des fourmis (ed. inglesa de 1926 y española de 2006). - GOULD, W.: 1747. An Account of English Ants. - BONNET, C.: 1779-1783. Oeuvres d'histoire naturelle et de philosophie. - DE GEER, C.: 1752-1776. Mémoires pour servir à l'histoire des Insectes. -   MUTIS, J. C.: 1760-1790 (versión manuscrita). Diario de observaciones (ed. española de 1957-58). - FABRICIUS, J. C.: 1787. Mantissa insectorum. - 1793. Entomologia systematica emendata et aucta, vol. 2. - CHRIST, J. L.: 1791. Naturgeschichte, Classification und Nomenklatur der Insecten von Bienen, Wespen, und Ameisengeschlecht; als der fünften Klasse fünfte Ordnung des Linneischen Natur-Systems von den Insecten Hymenoptera. OLIVIER, A. G.: 1792. Encyclopedie methodique. Histoire naturelle. Insects, 6: 469-506. 
[2] La extensa obra de estos autores puede consultarse en la compilación bibliográfica sobre hormigas del Museo Americano de Historia Natural: http://www.antbase.org.
[3] Véase la Bibliografía de autores citados al final del libro.
[4] Estas son Las obras de Ludwig Büchner traducidas al español: Fuerza y materia, 1868. - Ciencia y naturaleza, 1873. - El hombre según la ciencia, 1877. - La vida psíquica de los animales, 1881 (nueva trad.: La vida psíquica de las bestias, 1907). - El hombre y su lugar en la naturaleza, 1886. - Luz y Vida. Tres lecciones populares de historia natural, 1888. - La aurora del siglo. Ojeada de un pensador sobre el pasado y el porvenir, 1905.
Entre las obras no traducidas, y de temática evolutiva, se encuentran las siguientes: Sechs Vorlesungen über die Darwinsche Theorie, 1868 (Seis lecciones sobre la teoría darwiniana). - Die Darwinsche Theorie, 1890 (La teoría darwiniana). - Darwinismus und Sozialismus, 1894 (Darwinismo y socialismo).
[5] Sus varios estudios sobre fisiología de invertebrados (especialmente sobre el sistema locomotor de medusas y equinodermos) fueron reunidos en el libro Jelly-Fish, Star-Fish, and Sea Urchins (1885). Sus libros dedicados a la psicología comparada son: Animal Intelligence 1882, Mental Evolution in Animals (1883) y Mental Evolution in Man (1888). Publicó numerosos trabajos de reflexión y exposición de la teoría evolutiva, entre los que cabe destacar: Darwin, and after Darwin (1892, 1895 y 1897) y An examination of Weismannism (1893).
Al español se tradujeron varias obras de Romanes: el primer tomo de Inteligencia animal (el dedicado a los invertebrados, 1886), La inteligencia de los animales (1889) ensayo que apareció previamente en la Revista Europea (nº 280 y 281, 1879), y La evolución mental en el hombre (1906).
[6] En carta a Darwin de 29 de agosto de 1878 (incluida en la biografía preparada por su viuda: The Life and Letters of George John Romanes, 1896), Romanes le agradece los elogios a su conferencia sobre la inteligencia animal dictada en Dublín, y comenta: “La mayor dificultad que tenía al escribir la conferencia era hacerla suficientemente corta, pero será espléndido poder desarrollar todo el tema en un libro. En algún momento dudé si sería mejor emplear el tiempo en este tema o quizá en otro más estrictamente fisiológico, pero últimamente comencé a inclinarme por el primero, y su opinión ha terminado por decidir la mía”.

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